Un niño y dos padres
Medellín 1 de octubre del 2013
Un niño y dos padres
Informe por: Adriana Naranjo
Por Daniel Coronell Ver más artículos de este autor
https://www.semana.com/opinion/articulo/un-nino-dos-padres/359088-3
Es grave que haya tantos casos de pederastia entre el clero, pero lo más grave es que se intenten encubrir estos hechos.
El abuso sexual cometido por los miembros de Iglesia católica, hace referencia a una serie de condenas, juicios e investigaciones sobre casos cometidos por sacerdotes y miembros del clero católico contra menores de edad, que van desde los 3 años, involucrando la mayoría de los casos, niños entre los 11 y 14 años de edad. Estos crímenes pueden incluir sexo anal y/o penetración oral. Los casos han sido documentados y denunciados ante las autoridades civiles de varios países, resultando en la persecución de los pederastas y demandas civiles contra las diócesis de la Iglesia Católica. Muchos de estos casos salen a la luz pública varias décadas después de los hechos. Las demandas ante las autoridades han sido hechas también contra la jerarquía católica, quien en muchas ocasiones obstaculiza las investigaciones, además de no reportar y de hecho encubrir a los sacerdotes pederastas, moviéndolos de parroquias para evitar su detención y juicio.
Lo importante es no guardar silencio y denunciar, cuando se sepa de algún caso de estos. Sin hablar, es imposible proceder. ¨El silencio se hace realmente trágico y cómplice de un verdadero desastre” expresó Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Bogotá.
En la revista semana el columnista Daniel coronel, denuncia que los sacerdotes Jaime Alonso y Carlos Fernando Vásquez Bustamante –hermanos- habrían abusado sexualmente de un joven durante 16 años, en San José del Guaviare.
Según Coronel, el joven denunció penalmente ante la Fiscalía al padre Jaime, actualmente representante a la Cámara, con pruebas que incluyen un preservativo, audios y videos.
En su columna, Coronel cuenta que el joven empezó a ser abusado por Jaime Alonso, a partir de los 13 años, y que más tarde fue entregado también sexualmente a su hermano Carlos Fernando con motivo de su ordenación sacerdotal y desde ese momento, según Francisco, los padres se lo han turnado.
Sobre el padre Jaime, Salazar aclaró que se encuentra suspendido de su dignidad sacerdotal desde el momento en el que se convirtió representante a la Cámara, “pues es incompatible ejercer el ministerio sacerdotal con un puesto político”.
En el caso de que se compruebe la responsabilidad de dichos sacerdotes, añadió Salazar, deberán pagar con toda la rigurosidad que impone la ley. Desde la Iglesia, la pena consistiría en la dimisión del estado clerical o la cancelación definitiva de su título sacerdotal.
Hay que denunciar los casos de abuso sexual contra niños, no solo los cometidos por sacerdotes sino por otro tipo de personas .Debemos denunciar, y dejar el miedo. Poner a la vista estos crímenes, y no dejarse intimidar por las amenazas de los abusadores.